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Este sábado como no había nadie en Madrid, con mi amiga Campanilla decidimos ir al Museo del Prado. Campanilla no es su verdadero nombre, pero me ha dicho que dadas las circunstancias prefiere permanecer en el anonimato.
Queríamos ver "El jardín del las delicias" de El Bosco. Desde que vivo en Madrid ya he visitado este cuadro unas 250 veces y creo que siempre es como la primera vez..
Esta vez Campanilla hacía de guía y me explicaba lo que veía al oído:
- Veo pájaros y ratas gigantes. Adán y Eva, despreocupados e irresponsables han engendrado miles de hijos que bailan, ríen, copulan y se matan entre sí. En este paraíso el mal acecha por todas partes. Hay insectos mutantes y frutas podridas. Casi puedes olerlas. Hay un ejercito de sombras que...
La voz de mi amiga se fue apagando hasta que ya no pude oír nada. Esperé un momento y la busqué con mis ojos que no ven.
- ¿Campanilla?
No respondió porque no estaba allí. Había desaparecido. La busqué por todos los rincones y por las salas contiguas, pero fue inútil. Pensé en un secuestro, pensé en un psicópata con pretensiones artísticas que la estaría cortando en pedacitos para deconstruirla y también pensé cosas peores, así que fui corriendo a buscar a un guardia y le conté lo ocurrido.
-He perdido a mi acompañante. Ha desaparecido.
-¿En la sala de El Bosco? No se preocupe. No ha ido demasiado lejos.
Entonces me contó que sucedía de vez en cuando, que cuando a alguien realmente le gustaba ese cuadro era fácil que penetrara en él. Pero que tarde o temprano todos salían.
Estuvimos esperando todo el día. Los turistas japoneses se fueron. Y los americanos y los italianos y hasta los argentinos. Cuando el altavoz del Museo avisó que iban a cerrar y se empezaban a apagar las luces el viejo guardia se acercó al cuadro y dijo:
-Su amigo le está esperando...
No hubo respuesta.
-Y tenemos que cerrar.
Entonces Campanilla apareció. Parecía muy cansada y dijo que no tenía ganas de hablar.
Al salir quise poner una queja porque realmente me parece una irresponsabilidad de parte del Museo exponer un cuadro que secuestra a la gente, pero me dijeron que ellos no se hacían responsables. Que el cuadro no tenía ninguna culpa. Que las visiones nacen del que mira.

8 comentarios

nadie -

Seguro no estoy de nada. Gracias por alimentar mis dudas.

Desconocido #1 -

¿Estás seguro que fue Campanilla quién se metió dentro del cuadro? ¿No podrías haber sido tú el que sin querer entró y que saliste cuando desde el cuadro oíste que el museo cerraba? Me encantaría poder meterme en cuadros, partituras y libros.

nadie -

No sé.
Puede que ella no estuviese muy comoda en este paraiso pero como es muy tímida necesitara una buena excusa para irse.
"Me voy que me cierran el Museo" es la excusa perfecta, "Me llama mi amigo" se queda un poco blandita.

eride -

No pudo ser el guardia (antes te hubiese hecho caso a ti) ni tampoco el horario (¿qué le impedía quedarse?). A mí lo que me intriga es qué hizo que volviese...

Domenico -

¿No tuviste la tentación de irte y dejarla?

abducida -

a mí me pasó lo mismo pero con el programa de la maria teresa campos.

nadie -

venia confundida. me parece que empezó a sospechar que no hay 2 lados.

monica -

y a qué lado del cuadro se fue, al del paraiso o al del infierno? Venía chamuscada?