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Mal trato

Mal trato


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Cuando despertó
la pesadilla aún seguía allí.

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Sabias palabras

Sabias palabras


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El viejo sabio llamó a sus discípulos para decir sus últimas palabras porque sabia que iba a morir...

LA VIDA ES CORTA... - dijo - ... PERO ANCHA.

Y subrayó estas sabias palabras con un estruendoso pedo que olia a ajo y perejil.


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(dedicado con todo amor, respeto y admiración al Maestro.)

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Pequeño incidente (casi mortal)

Pequeño incidente (casi mortal)

De pronto el viejo Caraperro interrumpió lo que estaba diciendo, abrió grandes los ojos, se llevó la mano derecha a la garganta y dijo:
AGHH HHHH GHHHGH GHGGGGG...
Y todo lo demás pasó en un abrir y cerrar de ojos.
¡SE ESTÁ AHOGANDO! gritó la vieja Caraculo. ¡QUE ALGUIEN HAGA ALGO!
Y el camarero Flacucho hizo algo. Tiró la bandeja con los capuchinos, se puso detrás del viejo, le pasó los brazos por debajo de los sobacos y le estrujó el tórax con todas sus fuerzas:
AGGHHHHH... El viejo sonaba como un acordeón pinchado. Flacucho lo exprime otra vez, como a un limón gigante:
GGGGGGGGGGGHHHH... La cara del viejo pasó del blanco papel al rojo sangre en 0,2 segundos.
Otra vez lo intenta Flacucho. ¡Ahora con todas sus fuerzas!
AGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGHHH... COF, COF...
Entonces de la garganta del viejo Caraperro salió escupida esa palabra que se le había atragantado:
GRACIAS.
Era una palabra pequeñita, fácil de pronunciar, pero por falta de costumbre, al viejo aquel se le había atravesado y casi acaba con su vida.
En fin.
Poco a poco todo volvió a la normalidad.
HA SIDO SOLO UN SUSTO. dijo la señora Caraculo.
VÁMONOS DE AQUI. dijo Caraperro.

Y un momento después ya nadie recordaba lo sucedido.

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Querer y poder

Querer y poder

Dicen que querer es poder,
pero yo no estoy tan seguro.

Porque yo no pinto lo que quiero,
pinto lo que puedo.

(tal vez sea
porque no sé lo que quiero)

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Resaca

Resaca


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Esta mañana, como todos los días, me lavé la cara e intenté buscar mi reflejo en el espejo. Pero no lo encontré. Esta vez, del otro lado del cristal, había un extraño. ¿Como explicarlo? Exteriormente se parecía a mi, sus ojos, su boca, el tamaño de su cabeza, eran exactamente los que yo conocía. Pero, ese no era yo. Su mirada, sus gestos, su forma de ocupar el espacio, era diferente... Parecía... extranjero.
Y no sabía repetir mis gestos como mi anterior reflejo. Todo lo hacía con cierta torpeza e inseguridad. Con un poco de retraso. Como dudando.
Es normal, pensé. No me conoce. Le pregunté que hacía allí y después de un rato me contestó que mi antigua imagen se había aburrido de ser una vulgar copia mía y que se había marchado a recorrer mundo. Y me dijo también que, si me parecía bien, él intentaría ser como yo (en realidad no estoy seguro si dijo eso o todo lo contrario, porque mi nueva imagen habla en un idioma que yo jamás he oído).
En fin. Resumiendo... Me rasqué la cabeza y él hizo lo mismo, sonreí y el también.

Intentaremos llevarnos bien.

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Animales

Animales


Quiero creer que el hombre es el único animal que puede elegir que animal quiere ser.

Elige:


¿Quieres ser depredador o no?

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No happy end

No happy end


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Su cabeza era una jaula de preocupaciones que querían volar.

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Patatús

Patatús

La persona que más sabe de la blogoesfera en el mundo ya ha hecho una buena crónica del histórico encuentro del Patatús.
Sólo agregaré una cosa sobre el famoso sujetador de leopardo: YO NO LO TENGO. Y nada más. No haré mas declaraciones si no es en presencia de un abogado.

Necesidades

Necesidades


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Mi cabeza tiene que hacer sus necesidades. Voy a sacarla a dar una vuelta (y si encuentro un sitio apropiado, a lo mejor le suelto la correa).

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¿Y tu de quien eres?

¿Y tu de quien eres?


¿De los que tienen que ganarse la vida, o de los que tienen que matar el tiempo?

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¿Que le dijo un pez a otro?

¿Que le dijo un pez a otro?

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NADA.


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Geometría del odio

Geometría del odio


Es verano y el colegio está cerrado. En las aulas no queda ni un alma, salvo dos figuras mal dibujadas en una pizarra...
"Este cuadrado es imbécil - piensa el círculo - con sus cuatro brazos siempre cruzados sobre el pecho y sus aires de superioridad"...
Y el otro piensa: "Puto snob, siempre tan redondito, tan amable, como queriendo agradar a todo el mundo... ¿quien coño se cree que es?" .

MUY IMPORTANTE

MUY IMPORTANTE


Por cierto, el jueves próximo una serie de personas influyentes
se reunen en un sitio casi secreto
para intentar (por segunda vez consecutiva) salvar el mundo, etc.

Después no digáis que no os avisé.

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Tropiezo

Tropiezo

Tropezaron al doblar una esquina y se paró el mundo.
No sólo chocaron. Se fusionaron. Se traspasaron. Se fundieron.
Durante un instante eterno, sus pieles, sus músculos, sus huesos, sus tripas, sus sexos, y todos los fluidos de sus cuerpos se mezclaron en un coctel cósmico.
El supo al instante que ella le había robado el corazón.
Un rato después, comprobó también que le faltaba la billetera.


(basado en hechos reales)


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Secretitos

Secretitos

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Se saludan en el ascensor con un tímido movimiento de cabeza. Como si no se conocieran.
- Hola.
- Que tal.
Pero él sabe que ella lleva unas esposas y un látigo en la bolsa del Carrefour.

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Lejos

Lejos

La próxima vez que viaje a Buenos Aires será invierno. Viajaré solo y no dormiré en la antigua casa de mis padres, ni en el departamento de ningún amigo. Me alojaré seguramente en algún hotel barato del barrio de Constitución. Alejado de los turistas. Dejaré la maleta en la habitación y saldré a caminar sin prisa ni rumbo fijo. Aspirando el humo de los colectivos. Posiblemente, la noche me sorprenda, cansado, cerca de la estación Retiro. Buscaré un café, o una pizzería y me sentaré. Recordaré lo que fue e imaginaré lo que pudo haber sido. Pediré una copa de coñac. El más barato y el de peor calidad. Beberé lentamente para ocultar el sabor amargo que sentiré en mi boca.

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Me pareció ver un lindo gatito

Me pareció ver un lindo gatito


En casa de mis padres siempre hubo muchos animales. Teníamos un jardín muy grande y mi padre no sabía decir que no. Recuerdo por lo menos 7 perros (Sultán, Moro, Terrible, Negro, Angie, Afro y Chiquita), un zorro (llamado El Zorro), un carpincho (el Púas), un pavo real (Sr. Dominguez), dos corderitos (Blanco y Rico-Rico) e innumerable cantidad de gatos.
De uno de esos gatos va esta historia.
Se llamaba Sombra y (como podréis imaginar) era negro como la conciencia de un cura.
Una tarde de verano empezamos a oír un ruido extraño en el tejado de nuestra casa. Un sonido lastimoso e insistente que en un principio no asociamos con nada. Llegada la noche el sonido no cesaba, y no sólo eso, sino que parecía subir de intensidad.
Fue entonces cuando mi hermano preguntó:
- ¿Donde está Sombra?
Pero como estaba por empezar el capítulo de la Pantera Rosa por la tele decidimos que estaría "por ahí" y nos olvidamos del tema. Finalmente llegó mi padre y mi madre le dijo:
- No sé que pasa en el tejado. Debe haber algún pájaro herido o algo. ¡Nos está dando una tarde...!
Total, que mi padre puso la escalera, subió al tejado y le oímos gritar:
- Hostias, hostiaaaaaaaaaaas, hoooooooooossssssssstiaaaaaaaaaaaaaasssssss!!
Allí estaba Sombra. Se había tumbado a tomar el sol, se había quedado dormido y al despertase se había dado cuenta de que estaba literalmente pegado al techo por culpa del alquitrán derretido. No había forma de despegarlo. Mi padre pidió unas tijeras, luego un cutter, luego bajó a por disolvente... Al final, un buen rato despues, escuchamos un terrible grito:
- AAAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGGG!!!!
Y mi padre bajó con el gato envuelto en un paño. Recuerdo que no nos dejó verlo, así que imaginamos lo peor. En la clínica veterinaria le pusieron cremas y lo vendaron de cabo a rabo (nunca mejor dicho). Los siguientes días tuvimos que meterle la medicina y la comida en la boca, hasta que poco a poco se fue recuperando.
Ahora viene lo cachondo de esta historia:
Cuando le quitamos las vendas al viejo Sombra, todo el pelaje del lado que se había quedado pegado era de color PLATEADO. No gris... Plateado. Como un metal cromado. Es decir, a ver si me explico, ese gato brillaba. Era realmente increible. Nunca más, desde aquellos días, he vuelto a ver ese color en ningún ser vivo. Pero lo más divertido de la historia, y lo realmente curioso, es que cuando el gato se cruzaba contigo, digamos, de derecha a izquierda era negro, pero cuando se cruzaba hacia el otro lado, de izquierda a derecha, era del otro color. Parecían realmente dos gatos distintos. De hecho, a mi madre se le ocurrió la idea de ponerle dos nombres. A partir de ese día cuando el gato iba para allá se llamaba Sombra y cuando venía para acá, Reflejo.
Sombra y Reflejo. Dos en uno. Hubo mucha coña en el barrio con este tema, algunos vecinos supersticiosos discutían si traería buena o mala suerte ver al gato, según si iba o si venía. Pero, en fin, sobre ese tema no llegaron a ninguna conclusión seria.
Después... paso el tiempo, y en un año o dos Sombra cambió el pelo varias veces y Reflejo fue desapareciendo. Hasta que llegamos al día de hoy en que ya no estoy tan seguro si todo esto realmente pasó o fue producto de una calurosa siesta de verano.


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Rat race

Rat race

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Hay días en que me imagino
a la raza humana en su totalidad
como a un hamster gigante
que se obstina en ganar
una absurda carrera contra si mismo.

Pero otros días pienso:
Joder, tal vez no tenga sentido,
pero por lo menos hacemos gimnasia.

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¿Te gusta conducir?

¿Te gusta conducir?


Si supusiéramos que la vida fuera una carretera podríamos imaginar que al mirar por el espejo retrovisor deberíamos ver siempre el pasado. Pero no es así. Si pisamos el freno o aminoramos la marcha, es posible que mirando hacia atrás veamos el futuro.

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Error de sistema

Error de sistema


Después de toda una vida,
terminó el puzzle.

Que satisfacción.

Cuanta plenitud.

Todo encajaba perfectamente.


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Pero, espera...


¿Que es esto?


¿Como es posible
que sobre
una puta pieza?

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