Blogia
. . .

En todos estos años, desde que me he ido de la casa de mis padres, los he visitado muchas veces. Al principio todos los años, como mínimo para navidad o para el cumpleaños de mi madre. Luego, la vida se complicó (o me la compliqué) y llegaron el amor, el primer hijo, el trabajo fijo, el segundo hijo, las obligaciones…y los vuelos se fueron haciendo cada vez más difíciles.
Pero esta vez, por razones de trabajo pasé muy cerca de su casa y decidí hacerles una visita sorpresa. Yo solo. Sin mujer. Sin niños. Sin equipaje. Me sentía raro. Como cuando me fui. Alegre y triste a la vez.
Mi madre estaba regando las plantas, como todas las tardes cuando cae el sol. ¡Pobrecita! Casi se desmaya. Creyó ver un fantasma. En cambio mi padre no. El cabrón me saludó como si nos hubiésemos despedido ayer.
Nos abrazamos, lloramos un poco, nos reímos, llamamos por teléfono a mi hermano que vino volando, mi madre hizo tarta de ricota y tomamos café y mi padre sacó ese aguardiente que hace él. Lo normal…
Después llegaron todos mis tíos y algunos amigos que no sé como se enteraron. Trajeron cerveza y sanguchitos de miga. Pasaron horas y horas, hasta que poco a poco todos se fueron despidiendo y yo finalmente, sin pensarlo, me fui a mi habitación. No a la habitación grande que había ocupado otras veces con mi mujer y mis niños.
Entré en MI habitación.
Estaba cerrada. Casi vacía. Las persianas estaban bajadas. Faltaban los posters en las paredes y había un hueco donde antes estaba mi mesa de dibujo.
Mi cama ahora me parecía muy pequeña y no tenía sábanas. Al buscarlas, en un cajón, encontré mi viejo radio-cassette. Con una cinta puesta. Lo enchufé, bajé el volumen porque era muy tarde, di al PLAY y escuché:
"An actor out on loan.
Riders on the storm.
There's a killer on the road..."
Y de repente recordé.
Hace casi 15 años, en esa misma habitación, estaba sonando Riders on the storm en esa misma estrofa:
“Riders on the storm.
Riders on the storm.
Into this house we're born
Into this world we're thrown
Like a dog without a bone..."
Y en ese momento di al STOP y me fuí.
Entonces la canción se quedó congelada, como Walt Disney, esperando que algún día la ciencia avance lo suficiente para curar su mal.
No sé como explicarlo. Es una sensación… Yo siempre había pensado que el tiempo era como un tren, que salía de un sitio para llegar a otro. Pero a veces, no sé… pasan cosas. Caes en un casillero que dice “Vuelve a la casilla 10” o “Pierdes un turno” o “Vuelve a empezar”…
No sé.. Lo mejor de todo es que durante todos esos años en que estuve fuera, Jim Morrison me estuviera esperando."

18 comentarios

son -

la carne de gallina y los pelos de punta se me han puesto

Gusnielsen -

En la caja me llevaría mi revista Squonk número 4 y la laptop sobresaliendo por el borde.
A la isla desierta me llevaría sólo porno.
Y un mensaje personal: cabrón vos, Nadie, si pisaste baires sin saludar a tu alma gemela!!!

matt -

muy guapo! esa canción me encanta... yo también me he retraído algunos años... y sigo... más atrás tdavía... zshiuh

-

Es uno de los post más bonitos que he leído hasta hoy. Muchas gracias.
Cristina

Nuala -

jajajajaj Segura, segura...no, pero espero que no seas mi gemelo perdido, porque eso te convertiría en alguien muy bajito, nadie. :)

Clive Owen... le has visto en mil pelis, simplemente no sabes su nombre. Es el prota de EL Rey Arturo, el dermatólogo "cavernícola" de Closer, y ahora mismo puedes verle en Sin City. Es EL hombre. Y no hablo de ser guapo. Es otra cosa.

Gracias. :)

nadie -

Joder Nualita, a veces me gustaría dar vuelta esta página como un calcetín y dejar tus comentarios en el blog y ser yo el que te comentara...
No sé...0 ¿Estas segura que TU no eres YO? Porque vamos... salvo lo del Clive Owen ese (que ahora mismo voy a buscarlo en google, que no se ni quien es), salvo eso... no seremos gemelos que nos separaron al nacer?

Nuala -

Simplificar. Ermm...no puedo.

Con el minimalismo me pasa como con los niños. Me gustan un momentito...ah, qué mono y ya está. Hala, pa ti todo.

Yo tengo un montón de cajas. Para mis comics, que no caben en una sola caja, y mis libros y mis diccionarios. Y fotos, y cartas manuscritas. Y cds, aunque el grueso de mi música ahora se almacene en 80 gigas de disco duro.

Yo me quedaría con todas las cosas inútiles. Esas son preciosas porque son irreemplazables. Las útiles las compras en cualquier tienda. Seguro que si le preguntaran a alguno de los que perdió su casa en el Carmel contestarían algo parecido. ¿Deshacerse de los recuerdos? No. Ellos son tu único patrimonio, la única cosa que verdaderamente te pertenece. Cualquier replicante lo sabe.

A una isla desierta me llevaría tabaco, a Clive Owen (mmmmmm) y un bote para poder irnos si nos cansamos de retozar, lo cual sinceramente dudo mucho. Saber que puedes marcharte es la mejor garantía de que te quedarás. Tener elección une más que la obligación.

Mila gritos -

Porque mi madre no cabe en una caja de zapatos... si no... vaya que si me la traia conmigo.

nadie -

Es una variante del típico "¿que te llevarías a una isla desierta?".
La pregunta es... ¿Que rescatarías de la casa de tus padres si solo tuvieras una caja de 45 cm3?

Yo, sin duda: mi colección de cassettes, aunque ya casi no tenga donde oirlos. Tal vez algunos comics de el Vibora, alguna foto de cuando era muy pequeño muy pequeño y 2 cartas, de las de antes del email, de esas escritas a mano, de esas que se escondían en los libros.

la sombrilla insolada -

De vez en cuando hay que deshacerse de los recuerdos, o no te dejarán vivir, ni caminar hacia delante. Yo estuve una temporada anclada y atada a centenares de recuerdos. Pa volverse loca oyes.

nadie -

Como decía Robert de Niro en no se que peli que coprotagonizaba con Al Pacino...
"Nunca acumules más cosas de las que puedas recoger en 10 minutos si la pasma te pisa los talones."
Todo tu pasado en una caja de cartón, kaperuzita... Me pregunto que habrás elegido.

kaperuzita -

afortunadamente (?) mis padres vendieron la casa el mes pasado y me obligaron a elegir de todos mis objetos sólo los que cupieran en una caja de cartón.

Así que ya no tengo más recuerdos que los que caben en 45 cm3.

Anímese, le espera un gran día.

(v) i r e t a -

jajajjjaa... gracias...
ademas es q jim morrison era mi acompañante de la adolescencia... asi q te entiendo perfectamente... eso si, yo me lo lleve a casa conmigo....

Ella y su orgía -

Pues a mí me encanta tu vena melancólica, tan desconocida.
Seguro que mientras escuchabas a Morrison te retrotraiste 15 años en todos los sentidos.
Los viajes al hogar del que una vez salimos siempre son brutales.
Un beso.

nadie -

Lo siento (v)ireta... yo tambien estoy un poco melancólico hoy...
¿Será el calor?
Para alegrarte te voy a contar un chiste que me han contado esta mañana...

- ¿Que harías si te persiguen un león, un elefante, un caballo y una jirafa?

Respuesta:
Te bajas del carrusel.

(v) i r e t a: -

mi casa sigue siendo la de mis padres.... la mia propia, la q hipoteca mi vuida simplemente la llamo el chabolo, asi todo el mundo sabe q hay donde...

(v) i r e t a -

cada vez q voy a mi casa y entro en mi habitación (y de mi hermana), me echo a llorar por dentro. todo permanece y no permanece, conservan las camas y los muebles y algun dibujo mio q no han tirado y q han enmarcado con bastante mal gusto... es una mezcla de lo q fuimos y un sitios donde mi padre se ha puesto un ordenador y uan foto de cuando mi madre era joven. Los armarios están llenos de ropa del año pum q ya no me cabe y de juguetes q esperan a alguien q ya no seré yo... (excepto el lego q si me lo lleve a mi actual casa)... es triste es una mezcla de lo fui y no seré y mi padre... todo colocadísimo, en silencio, sin risas, ni voces....
Para mi es duro volvere, pero ellos siguen viviendo alli con el hueco....
dioossss q triste me he puesto!!

Nuala -

Yo he hecho un viaje de esos en el tiempo. Después de 7 años por ahí he vuelto al hogar paterno, pero a mí no me esperaba Jim Morrison. Lástima.

Antes, cuando venía de vacaciones (una o dos veces al años) era consciente de que nunca vuelves al mismo sitio del que te fuiste. Este lugar ya no era mi sitio, a pesar de que mi dormitorio conservara la pátina de mis recuerdos.

Tu vieja vida te espera, pero la persona a la que espera ya no existe.

Mi sitio sigue sin ser este, así que me lo tomo como una recalada para arreglar el casco mientras decido exactamente a dónde vamos ahora. Mientras tanto tengo mis cosas desparramadas por media España. Algún día las rescataré de trasteros y guardamuebles varios.

Ah, la tarta de ricota sólo te la preparan el primer día. Cuando te quedas en un par de días, ya no hay tartas, la familia deja de hacer peregrinaciones y tus amigos se vuelven a su vida, recuerdas exactamente por qué te habías ido. :)