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Ay, Ay, Ay,
A ver… ¿Por donde empiezo?
Llevo tres semanas yendo al dentista porque resulta que tengo la boca a la miseria.
No. Debería empezar mucho antes. Cuando en mi época arapahoe me empezó a doler aquella muela y decidí solucionarlo por la vía rápida:
- ¿Qué arreglarla cuesta 50.000 pelas (esto fue antes de ser europeos) y quitármela sólo 10.000?????
Resumiendo: en 3 años 3 muelas menos. Le cogí el gusto. Yo fui un precursor de las soluciones preventivas. Que duele un poco… a tomar por saco… fuera.
Pues nada. Ahora resulta que no debí hacerlo. ¿Por qué alguien no me lo explicó antes? Porque cuando te quitas una muela, por más podrida que esté, las muelitas vecinas tienden naturalmente a ocupar el espacio vacío y se produce una especie de efecto dominó que tarde o temprano transformará tu boca en una cueva infecta de estalactitas y estalagmitas bamboleantes.
Y entonces se acaba el flash back y vuelvo a estar ayer, inmovilizado como un auténtico Cristo en el potro de torturas, con un tubo de plástico metiéndome agua a presión en la boca, otro absorviendo la sangre que manaba a borbotones y mi querido dentista blandiendo una llave inglesa en la diestra mientras me explica que por lo visto mis dientes tienen unas raíces muy largas muy largas que llegan hasta mi alma, pero que eso a él no le preocupaba porque de peores batallas (si, si, usó la palabra “batallas”) de peores batallas había salido.
Y entonces vino un pensamiento. Y luego otro. Y otro y otro…Y fue en ese momento cuando TODO empezó a encajar. En mi mente algo hizo CLICK y empecé a comprenderlo TODO.
El dolor, la soledad, el pecado, la penitencia, la locura…Una idea fluía detrás de otra. ¡Tenía que apuntarlo pero no podía moverme! Las muelas, el vacío, la envidia, la macroeconomía, el egoismo, el terrorismo… Demasiados pensamientos. El dentista con su rodilla en mi pecho estaba en plena faena asi que no podía interrumpirlo. La claridad de mi revelación era tal que casi me cegaba.
- Si te duele levanta una mano.
Me dolía a morir pero no quería perder el hilo del pensamiento. El pensamiento, la anticipación, el miedo, el deseo...
- ¿Te duele?
- Hum, su…un pocu…

Y el hilo rojo se rompe y ya no recuerdo más. Ahora mi mente es como cuando terminas de aterrizar en una ciudad desconocida y no tienes ni un mapa…

Aún así…por una especie de truco memotécnico puedo recordar algunas palabras…
ESPACIO…VACIO…DESPACIO… y … ¿FELATIO?
No sé. Algo no encaja.

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8 comentarios

IVAN -

Las FELATIOS nunca terminan de encajar del todo, pero se terminan tatuando en los mejores recuerdos. Felicidades por tu blog.

Euro f -

Me encanta el blog. Os espero por el mío.
Saludos.

Eride -

¿Y no podías descubrir que eres masoca emocionándote con una peli, como los pervertidos normales?

Saludos de compañera de tortura. Medio chalet de mi dentista es mío, lo llevo en la boca, ¿kegges veggglo?

carlos -

ese monje-dentista, te estaba poniendo a prueba a ver si te echaba a patadas del templo o te dejaba de jardinero un tiempo más.

hay una fila larga de gente y todo se quieren apuntar a la iluminación.

efecto dominó, sin duda.

(JODEEEEEEEERRRR... cómo me gustan estos posts que quedan en tierra de nadie).

mila gritos -

Que tipo de anestesia usa tu dentista ¿Peyote?

kaperuzita -

De repente lo entendiste todo???

No hay duda!!! El perro croqueta está haciendo su efecto!!!!

jajaaja os lo dije, pequeños, os lo dije!!!!!!!

monica -

¿estás seguro de que el dentista estaba usando el torno contra tus muelas y no contra tu cerebro?

Anónimo -

Los estados de conciencia son así... yo tengo los bolsillos llenos de pistas garabateadas para entender este rompecabezas.