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En aquel entonces viviamos con mi mujer y nuestro primer hijo en el campo, cerca de un pueblo pequeño. No teniamos mas que lo necesario, dos gallinas que nos daban huevos y cuatro metros de tierra donde cultivávamos tomates.
Un día encontramos un caballo herido, lo curamos y quiso quedarse con nosotros.
Los pocos vecinos que pasaban por allí decían:
-¡Que buena suerte! ¡Encontrar un caballo!
De esta forma yo podía acercarme al pueblo, donde comencé a hacer algunos trabajitos ayudando a un albañil. Así además de huevos y tomates empezamos a comer algo de carne y también a beber leche de vez en cuando.
Hasta que una mañana el animal ya no estaba. Se había escapado.
Los vecinos dijeron:
-¡Que mala suerte! ¡Ahora que te empezaban a ir bien las cosas...!
Pero al poco tiempo, al salir de casa volvimos a ver al caballo, y esta vez no estaba solo. Se había traido a otro con él.
Vinieron a verlo los vecinos y dijeron:
-¡Que buena suerte la vuestra! ¡No sólo habeis recuperado el caballo, si no que ahora teneis dos!
Al disponer de dos animales, empecé a salir a dar paseos con mi hijo. Pero he aquí que un día él se cayó del caballo y se rompió una pierna.
Y los vecinos dijeron:
-¡Realmente tienes mala suerte! ¡Si no hubieses encontrado el segundo caballo, tu hijo estaría bien!
Pero pasaron un par de semanas y eltalló la guerra. Todos los jóvenes del pueblo fueron movilizados, menos mi hijo, que no podía moverse.
Y los vecinos dijeron:
-¡Realmente tienes muy buena suerte! ¡Tu hijo se ha librado de la guerra!
...
Y así podría seguir hasta el día de hoy. Pero sería muy aburrido.

12 comentarios

monica -

Suerte que no tengo suerte...

nadie -

Pues si. El mensaje de la niña guisante se ha perdido. Por lo visto decía algo así:
Plas, plas, plas. Hurra por Spica que se lo ha curraoooooo!!!!!

nadie -

Misterio.
El mesenyer me ha avisado que había un mensaje pero no lo veo.
¡Que conste que yo no lo he borrado!

nadie -

Efectivamente, a mi cuñado Lin Yutang le pasó algo parecido, que pequeño es el mundo!

Eride -

¿A tu hijo iban los vecinos a llevarle tartas y hacerle compañía? Digo, porque igual la criatura hubiese preferido los cañones y te rompe la cadena. Y entonces sí que te rompes tú una pierna, el caballo te pilla conjuntivitis y los vecinos te organizan una barbacoa, como le pasó a MªJosé Gonzalez de Veracruz (México) antes que tú, que la rompió también...

Carlos -

la primera vez que leí ese cuento, fue con LIN YUTANG, en la importancia de vivir... luego lo apliqué a la vida, y fue un desastre.

Los caballos, se reían de mí y ni hablar de los vecinos.

insisto: "nadie conoce a nadie"

(aquí va un poco mejor la frase, no?... pero aun no me hallo cómodo!!)

*

guisante -

la memez de la lechera lo he dicho yo!! firmo y rubrico, hago una reverencia y me quieto el sombrero hop!

Anónimo -

mmm..... y la lechera? ya sabes la que quería vender la leche pero se le rompió el cántaro y eso? QUE... CUÁNDO APARECE?

Lord Jim -

Además de cotillas, los vecinos tienen un trastorno bipolar como un piano.

Pero el cuento está muy bien

Nepomuk -

Moraleja: A ver si me levantas un poquito la valla, que esos vecinos nos han salido demasiado cotillas ¿eh?

Mila gritos -

Nadie, la vida es una tontontombola.