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Love story (otra)

Love story (otra)


Lo llaman Popeye, porque es flaco y duro como el alambre.
Es un excelente jugador de fútbol y rapeando es el puto amo.
Como no tiene padre ni madre ayuda a sus abuela a conseguir comida y agua.
Una vez cobró unos dólares por participar en un video musical (los tiene guardados en una revista de coches, debajo de su cama).
Le gusta enseñarle trucos de magia a sus cinco hermanos pequeños.
El sr. Brutus le consiguió un trabajo de ayudante de cocina en el Hotel Regency, los fines de semana.
Allí conoció a Olivia.

Ahora son novios. Viven juntos y si les preguntas te dirán que son felices.
Te dirán que no tienen más de lo que desean ni desean más de lo que tienen.

Pero dentro de dos años ella morirá de sida.
Y él también. Un poco después. Antes de cumplir los 16.

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7 comentarios

Nuala -

No hay bonitos cadáveres, ni muertes heroicas o dignas. La muerte nunca es digna, sólo la vida (algunas vidas) lo son. Hum...el otro día en House decían algo así...

Decía Isabel Allende que todos morimos en un charco de mierda y sangre, gritando o llorando. Y así es.

Deyector -

Viven deprisa, morirán jóvenes ¿van a dejar también un bonito cadáver? Demasiadas ganas de vivir, y de vivirlo ¡ya!

Mila Gritos -

¿Esa es tu mano, nadie?

luis -

Qué efimero es todo y si además no tienes ni para comer...

la sombrilla insolada -

Jolín Nuala. Lo del código postal es tan cierto que hasta duele verlo escrito.

Nuala -

El amor es a la vida lo que la luz a las plantas. Demasiado nos quema, sin él acabaríamos marchitándonos y con la cantidad adecuada, crecemos, florecemos y damos fruto. El amor (a y de nuestro perro, familia, pareja, amigos) nos permite olvidar que todos los días una de nuestras células se suicida.

No. El amor no mata, ni se puede vivir de él. Es la vida la que mata. Y cuando naces en el código postal equivocado, ningún cuento tiene final feliz.

monica -

joder, cómo cambió el cuento. Pero bueno, yo ya sabía que eso de comer espinacas todo el día...