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medicina preventiva

10 en 1 (secondo)

10 en 1 (secondo)

café y pausa. punto y seguido.

Otro mundo (2)

Otro mundo (2)


De repente un día se corrió el rumor de que todo estaba permitido, menos una cosa.
Ante la duda de que era exáctamente lo prohibido los ancianos preguntaron a los sacerdotes, los transeúntes a los policías, los periodistas a los políticos, los jueces a los filósofos... pero ninguno estaba seguro de nada.
Hubo discusiones acaloradas y debates irreconciliables, hasta que poco a poco, todo el mundo se fue olvidando del tema y siguió con su vida normal.
O casi.


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(Otro mundo (1) aquí.)


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Love story (11)

Love story (11)

Ella quería emociones fuertes.


Él quería fast food.

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Cambio de cerebro

Cambio de cerebro

Este es un juego muy divertido. Para todos los públicos (de 0 a 99 años, como se suele decir). Se llama “VAMOS A PENSAR CON EL CEREBRO DE OTRO”.
- Suena divertido. ¿Cómo se juega?
Muy fácil. Mientras suena una canción (cualquier canción, eso no es importante), nos juntamos todos en una habitación (10, 20, 500 personas, cuantas más mejor), nos ponemos en círculo, nos trepanamos las cabezas, nos arrancamos los cerebros y los ponemos todos juntos amontonados en el centro del grupo. Luego empezamos todos a dar vueltas y vueltas como zombies hasta que acabe la canción. En ese momento cada uno coge un cerebro cualquiera y se lo pone en su cabeza. Cuanto más grande sea el grupo mejor, porque es menos probable que encuentres tu propio cerebro y más divertido será!
Con los cerebros cambiados verás cosas alucinantes…Los chicos más machos del grupo pueden decir cosas insoportablemente cursis y nadie se atreverá a burlarse de ellos… las chicas se podrán hurgar los genitales o tirarse pedos sin vergüenza… los ateos se podrán santiguar…los creyentes se cagarán en Dios... los gordos no tendrán hambre… los tímidos bailarán desnudos encima de la mesa…¡La diversión está garantizada! Y cuando acabe la canción ¡¡Volvéis a cambiar!! Las posibilidades son infinitas…


Os lo garantizo, después de cambiar 3 o 4 veces, ninguno echará de menos su cerebro original.

Love story (otra)

Love story (otra)


Lo llaman Popeye, porque es flaco y duro como el alambre.
Es un excelente jugador de fútbol y rapeando es el puto amo.
Como no tiene padre ni madre ayuda a sus abuela a conseguir comida y agua.
Una vez cobró unos dólares por participar en un video musical (los tiene guardados en una revista de coches, debajo de su cama).
Le gusta enseñarle trucos de magia a sus cinco hermanos pequeños.
El sr. Brutus le consiguió un trabajo de ayudante de cocina en el Hotel Regency, los fines de semana.
Allí conoció a Olivia.

Ahora son novios. Viven juntos y si les preguntas te dirán que son felices.
Te dirán que no tienen más de lo que desean ni desean más de lo que tienen.

Pero dentro de dos años ella morirá de sida.
Y él también. Un poco después. Antes de cumplir los 16.

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Dinerito

Dinerito


Dolores y Marcial están preocupados porque han puesto su dinerito a "trabajar".
En realidad lo han internado en un Fondo de Inversión Garantizado. Les ha dicho un amigo que es un Fondo muy serio y que allí su Dinerito no correrá ningún riesgo. Pero les preocupa pensar en como le sentará el cambio, ya que el pobrecito hasta ahora nunca se había separado de ellos.
- Es tan debilucho. - dice Dolores.
- Lo estás malcriando. -acusa Marcial- Tiene que salir a ganarse la vida.
- Ay, no sé, no sé... es que leo unas cosas en los diarios... mira lo que pasó en Argentina...
Pero el Director del Banco los ha tranquilizado diciendo que no tienen por que preocuparse. Que Dinerito se había adaptado muy rápidamente y que ya había hecho muchos amiguitos. Que se relacionaba muy bien con los Valores de Alta Tecnología y los Tipos de Interés Variable.
- A este paso - dijo - muy pronto se hará mayor y podrá tener su propia Hipoteca.

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Instrucciones para ser un Piel Roja

Instrucciones para ser un Piel Roja Para ser un Piel Roja debes empezar a cabalgar antes de nacer.
Tu madre te parirá entre las cuatro patas de un caballo y a las pocas horas tu padre te atará a la silla y saldreis a dar tu primer paseo bajo el cielo estrellado. Entonces ya no pararás. Siendo niño dejarás de usar espuelas. Cruzando el llano, al hacerte hombre, te darás cuenta que ya no necesitas montura. Seguirás galopando, a través del viento y del tiempo, hasta perder las riendas. No importa. No las necesitas. Seguirás. Seguirás galopando hasta que desaparezcan las crines e incluso el caballo. Entonces sólo quedará el horizonte. Siempre lejano.
Pero seguirás.

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Dedicado a mi amigo Bud.

Todos los blogs

Todos los blogs

¿Los blogs? Los conozco todos.
Lloro con dolor por los tontos, los ñoños, los sosos, los flojos, los roñosos… No los soporto. Son todo protocolo, con poco rollo. Son bochornosos.
Yo opto por los otros. Por los locos, los fogosos, los “rojos”, los toscos. Con post cortos. Con fotos o no. Jocosos. Con morbosos potorros o con todo roto. Jodo solo o con todos. Con Los Lobos o los Doors. Toco fondo, toco Boston, Hong Kong o Toronto. O toco rock, o pop, o folk. Con morro. Con dolor.
¡Coño! ¡Yo gozo con todos!

La verdad está ahí fuera

La verdad está ahí fuera Me encanta encender mi supertelescopio electrónico y pasarme horas y horas escrutando el firmamento.
Por cierto... que mal suena la palabra "escrutando" ¿verdad? ¿Y firmamento? ¿De donde coño vendrá la palabra "firmamento"?
Digamos entonces que me paso horas y horas, "escaneando" el cielo infinito. Es un espectáculo magnífico y muy edificante. Por ejemplo, a primera vista un simple satélite como la luna puede parecerte incluso más grande que una estrella (que es en realidad 400 veces mayor), o puedes llegar a creer que un planeta tiene luz propia, o que un asteroide es una estrella fugaz...
En cuestiones siderales (como en casi todas los cuestiones, en realidad) no es conveniente fiarse del ojo humano.
En estas y otras cosas estaba yo pensando cuando este sábado me subí a mi nave espacial y decidí cruzar varias galaxias para intentar llegar hasta la hasta hace poco tiempo brillante estrella "S*". Con la curiosidad y el respeto que impone el hecho de que este antiguo astro se haya convertido ahora en un agujero negro (para los que hayan faltado a clase les explicaré que un agujero negro es como un sol que se ha dado la vuelta como un calcetín y que tiene la particularidad de absorber absolutamente todo lo que hay a su alrededor).
Así que me até al palo mayor de mi nave y allí me dirigí, rumbo a "S*. Pero resultó que este agujero negro no solo no intentó devorarme, si no que se comportó como un apacible planeta de aspecto francamente habitable. De hecho me pareció observar la presencia de un pequeño y encantador satélite que orbitaba muy lentamente a su alrededor.
El avistamiento de "S*" fue lamentablemente muy breve, pero coincidió con el descubrimiento de otro hermoso y colorido planeta salvaje que llamaré "(v)" y con el inesperado paso arrollador de un cinturón de asteroides llamado "Nu".
Amigos míos, os puedo asegurar que estos espectáculos no se ven todos los días.
Finalmente, siguiendo la estela luminosa de "Nu", tuve la suerte de conocer otros dos interesantes planetas: la delicadeza de "G" y el misterio de "BUD"
Todo ha sido demasiado rápido para mi lento cerebrito humano, y lamentablemente no pude hacer un estudio detallado de ninguno de estos cuerpos celestes. Ni tampoco pude tomar muestras. Pero he cartografiado perfectamente toda la galaxia y espero poder volver a hacerles una visita muy pronto.
Porque estoy absolutamente convencido que en todos ellos hay vida inteligente.


Breve Teoría del Pedo

Breve Teoría del Pedo Lo voy a decir directamente:
Sobre el tema del alcoholismo, sus causas y efectos, muchos son los estudios realizados, pero TODOS ESTÁN EQUIVOCADOS.
Después de muchísimas noches de experimentar con incontables voluntarios/as, españoles y extranjeros, e incluso con mi propio cuerpo, he llegado a algunas esclarecedoras conclusiones.
Cuando el ser humano (o inhumano) ingiere cualquier sustancia alcohólica, una parte, como ya sabéis, es filtrada por el hígado para pasar a la sangre, pero (atención que ahora viene mi hipótesis) este proceso de filtrado produce un GAS que como todos los gases tiende a irse hacia arriba, hacia lo que comúnmente conocemos como CABEZA.
De esta manera, por la acumulación del gas, la materia gris comienza a inflarse como un globo hasta el punto que todos los pliegues y arrugas del cerebro se dilatan hasta desaparecer. La cabeza exteriormente no parece crecer porque la bóveda craneal comprime el cerebro, pero éste en vez de estar hecho una pasa flotando en almíbar está inflado como una pelota de baloncesto.
De ahí viene ciertamente la palabra “pedo” (una vez más la intuitiva sabiduría popular nos marca el camino), el cerebro está lleno de GAS.
Como un globo. Por eso también esa sensación de flotar.
De esta forma, al haber desaparecido las arrugas cerebrales los pensamientos parecen fluir a gran velocidad, como por una autopista de seis carriles sin curvas. Por eso los individuos pedificados pasan con tanta facilidad de la exaltación de la amistad a los insultos al clero, por ejemplo. Es como si cogieras el territorio español (sin ir más lejos) y lo plancharas, ya no hay montañas que subir o bajar. Todo es llano. Puedes ir todo el rato en quinta y sin levantar el pié del acelerador.
Pero…¿Que pasa cuando, unas horas después, el gas empieza a disiparse?
Entonces el cerebro tiende a volver a su forma de nuez original. Porque el cerebro (aunque no lo parezca) es muy inteligente. Y sabe que es bueno que haya curvas, recovecos y zonas oscuras. Digamos…áreas de descanso.
Pero el verdadero problema viene con el paso del tiempo. Las paredes cerebrales, de tanto inflarse y desinflarse, se van ablandando y perdiendo elasticidad. Después de estirarse y contraerse X veces (el número X depende de una compleja ecuación donde entran factores como cantidad, frecuencia, volumen y calidad del inflado)… el cerebro termina siendo como una braga vieja y dada de sí. Por eso las llamadas resacas son con el paso del tiempo cada vez más dolorosas. Porque el cerebro ya no quiere volver a replegarse sobre si mismo.
Y... en fín…juro que todo esto tenía una conclusión totalmente reveladora que iba a cambiar de una vez y para siempre toda la ciencia moderna y los usos y costumbres de todo el mundo civilizado, etc, etc…pero… se me olvidó.
Tenía que haberla apuntado anoche.

Breve Teoría del Pedo

Breve Teoría del Pedo Lo voy a decir directamente:
Sobre el tema del alcoholismo, sus causas y efectos, muchos son los estudios realizados, pero TODOS ESTÁN EQUIVOCADOS.
Después de muchísimas noches de experimentar con incontables voluntarios/as, españoles y extranjeros, e incluso con mi propio cuerpo, he llegado a algunas esclarecedoras conclusiones.
Cuando el ser humano (o inhumano) ingiere cualquier sustancia alcohólica, una parte, como ya sabéis, es filtrada por el hígado para pasar a la sangre, pero (atención que ahora viene mi hipótesis) este proceso de filtrado produce un GAS que como todos los gases tiende a irse hacia arriba, hacia lo que comúnmente conocemos como CABEZA.
De esta manera, por la acumulación del gas, la materia gris comienza a inflarse como un globo hasta el punto que todos los pliegues y arrugas del cerebro se dilatan hasta desaparecer. La cabeza exteriormente no parece crecer porque la bóveda craneal comprime el cerebro, pero éste en vez de estar hecho una pasa flotando en almíbar está inflado como una pelota de baloncesto.
De ahí viene ciertamente la palabra “pedo” (una vez más la intuitiva sabiduría popular nos marca el camino), el cerebro está lleno de GAS.
Como un globo. Por eso también esa sensación de flotar.
De esta forma, al haber desaparecido las arrugas cerebrales los pensamientos parecen fluir a gran velocidad, como por una autopista de seis carriles sin curvas. Por eso los individuos pedificados pasan con tanta facilidad de la exaltación de la amistad a los insultos al clero, por ejemplo. Es como si cogieras el territorio español (sin ir más lejos) y lo plancharas, ya no hay montañas que subir o bajar. Todo es llano. Puedes ir todo el rato en quinta y sin levantar el pié del acelerador.
Pero…¿Que pasa cuando, unas horas después, el gas empieza a disiparse?
Entonces el cerebro tiende a volver a su forma de nuez original. Porque el cerebro (aunque no lo parezca) es muy inteligente. Y sabe que es bueno que haya curvas, recovecos y zonas oscuras. Digamos…áreas de descanso.
Pero el verdadero problema viene con el paso del tiempo. Las paredes cerebrales, de tanto inflarse y desinflarse, se van ablandando y perdiendo elasticidad. Después de estirarse y contraerse X veces (el número X depende de una compleja ecuación donde entran factores como cantidad, frecuencia, volumen y calidad del inflado)… el cerebro termina siendo como una braga vieja y dada de sí. Por eso las llamadas resacas son con el paso del tiempo cada vez más dolorosas. Porque el cerebro ya no quiere volver a replegarse sobre si mismo.
Y... en fín…juro que todo esto tenía una conclusión totalmente reveladora que iba a cambiar de una vez y para siempre toda la ciencia moderna y los usos y costumbres de todo el mundo civilizado, etc, etc…pero… se me olvidó.
Tenía que haberla apuntado anoche.

Otra historia real de mis más tierna infancia.
Tendría yo unos siete años, mas o menos. Estaba tomándome mi Nesquik helado con mi pan con manteca viendo la tele como todas las tardes después del cole cuando una paloma se posó en el marco de la ventana que daba al patio de casa. Sin hacerle mucho caso, porque estaba viendo un capítulo de La Familia Adams, me quité una zapatilla con la mano izquierda, se la tiré y... zas! ¡Le di!
Me quedé paralizado. Después de toda una vida persiguiendo palomas a toda velocidad en el parque sin llegar siquiera a rozarlas nunca, voy, le tiro una zapatilla sin mirar a una y... ¡Le doy! Me sentía un héroe, me sentía como si fuera el Coyote y por fin hubiera pillado al puto Correcaminos. ¡No podía creerlo!
Antes de que el pobre bicho reaccionara, mi madre me dio un cordón rojo de unos dos o tres metros, le até una patita y empecé lo que mi padre llamó "el proceso de domesticación". Al poco tiempo la pobre ya comía de mi mano y salíamos a dar pequeños paseos por el barrio, ella posada en mi hombro izquierdo, en plan piratilla de andar por casa. También llegué a hacerle un caminito con migas de pan dando toda la vuelta a mi habitación, y la pobrecita se lo hacía completo, dando saltitos y comiéndose todo el pan.
Era un verdadero éxito entre mis amigos. Llegamos a ponerle un nombre y todo: Panchita Fernandez Castro.
Un día decidí cortarle el cordón. El bicho sacudió la patita, voló un poquito, se subió al tejado y finalmente volvió a comer de mi mano. Esa noche dormí feliz.
Pero al otro día desapareció.

Otra historia real de mis más tierna infancia.
Tendría yo unos siete años, mas o menos. Estaba tomándome mi Nesquik helado con mi pan con manteca viendo la tele como todas las tardes después del cole cuando una paloma se posó en el marco de la ventana que daba al patio de casa. Sin hacerle mucho caso, porque estaba viendo un capítulo de La Familia Adams, me quité una zapatilla con la mano izquierda, se la tiré y... zas! ¡Le di!
Me quedé paralizado. Después de toda una vida persiguiendo palomas a toda velocidad en el parque sin llegar siquiera a rozarlas nunca, voy, le tiro una zapatilla sin mirar a una y... ¡Le doy! Me sentía un héroe, me sentía como si fuera el Coyote y por fin hubiera pillado al puto Correcaminos. ¡No podía creerlo!
Antes de que el pobre bicho reaccionara, mi madre me dio un cordón rojo de unos dos o tres metros, le até una patita y empecé lo que mi padre llamó "el proceso de domesticación". Al poco tiempo la pobre ya comía de mi mano y salíamos a dar pequeños paseos por el barrio, ella posada en mi hombro izquierdo, en plan piratilla de andar por casa. También llegué a hacerle un caminito con migas de pan dando toda la vuelta a mi habitación, y la pobrecita se lo hacía completo, dando saltitos y comiéndose todo el pan.
Era un verdadero éxito entre mis amigos. Llegamos a ponerle un nombre y todo: Panchita Fernandez Castro.
Un día decidí cortarle el cordón. El bicho sacudió la patita, voló un poquito, se subió al tejado y finalmente volvió a comer de mi mano. Esa noche dormí feliz.
Pero al otro día desapareció.